4 de marzo de 2014

Una campeona en horas bajas

El 1 de Marzo de 2006 se enfrentaron en Florencia Italia y Alemania, con resultado de 4-1 a favor de los italianos. Por aquel entonces Marcello Lippi dirigía la azzurra. Antes del encuentro, el técnico de Viareggio, comentó que el partido no llegaba en buen momento; sí ganaban la euforia crecería en la hinchada, sí perdían pasaría todo lo contrario. Tres meses después Italia se proclamó campeona del mundo. 
Mañana, a tres meses del mundial de Brasil se enfrenta a España y Prandelli ya ha comentado que el partido no llega en buen momento, como sucedió en 2006. El bueno de Cesare llega en el momento más crítico desde que está en el cargo, Juve y Roma le atacan por llevar a Chiellini y por no convocar a De Rossi por su puñetazo a Icardi, la defensa está a un nivel bastante bajo. Barzagli es titular cuando con Lippi era el tercer central por detrás de Nesta y Materazzi. También han convocado a Paletta, central argentino, nacionalizado italiano, por falta de centrales de garantías, De Rossi no ha sido llamado por su encontronazo con Icardi, Montolivo no termina de ser un recambio de garantías para Pirlo, Verratti aún no está muy valorado en Italia, Balotelli está lesionado y los delanteros llamados son prácticamente debutantes. 
Con este panorama llega Italia al partido, pero no olvidemos que es tetracampeona del mundo y como en 2006, la historia se puede repetir. 

Hablando de Diego Costa

Mucho se lleva hablando sobre la convocatoria de Diego Costa con la selección española. Mucha gente está en contra, pero pensándolo fríamente nos daremos cuenta de que Costa es un tipo de jugador que no tenemos en el combinado nacional. No es un virtuoso con el balón, pero lo contrarresta con entrega y sacrificio. Es un delantero diferente, que seguramente ayude mucho en esos partidos en los que el rival se repliegue demasiado y dotará a la selección española de carácter, cosa que echamos en falta. Dejemos a un lado su nacionalidad, el club al que pertenece y su carácter díscolo, atenuado en los últimos tiempos; pensemos únicamente en lo deportivo y en lo que puede ayudar a la Roja, que seguramente sea mucho. 
Diego Costa no es santo de mi devoción, pero seguro que a España le aporta un extra que le vendrá muy bien. Con eso es con lo que me quedo.